Muchas veces terminamos el año con excesos y esperamos iniciar el año entrante con una nueva versión de nosotros, sin esforzarnos mucho por lograrlo. El fijarnos propósitos, realistas y alcanzables nos puede ayudar a llegar a la versión que queremos de nosotros mismos. Además, Enero puede ser un tiempo de reflexión. Lo ideal es que pensemos en el año pasado; recordar los últimos doce meses puede servirnos para aprender de las experiencias y renovar tanto nuestras prioridades como objetivos. Los propósitos de Año Nuevo son una excelente forma de que nuestro cerebro se centre en lo que quiere lograr en el próximo año. Cuanto más tiempo dediquemos a reflexionar e incluso a anotar nuestros objetivos, más involucrado estará el cerebro en el proceso. Básicamente, estás reclutando la ayuda de tu cerebro y, afortunadamente para ti, tu cerebro es tu aliado más fuerte en la consecución de esos objetivos.

El 1 de enero el contador se pone a cero y tenemos por delante 365 nuevas oportunidades de hacer grandes cosas. Te queremos compartir estas breves recomendaciones para que comiences el camino hacía alcanzar tus metas.

• Escribe tus propósitos en papel; te ayudará a tener de manera gráfica lo que quieres y no quieres en tu vida

• • Créate un horario semanal; de acuerdo con tus propósitos, crea un horario que haga que las actividades diarias se conviertan en una rutina y por ende, facilite tu apego a tus objetivos

• Crea un diario de recompensas;  recompénsate por haber cumplido un objetivo específico, hazlo con un libro que estés deseando leer, ir a comer a tu restaurante favorito… siempre sin perder de vista la meta final.

• • Disfruta el proceso; alcanzar tus propósitos debe ser un proceso que lo disfrutes al máximo, siendo el momento oportuno para conocerte mental y físicamente

• Cuidate: Debes convertirte a ti mismo en una prioridad, para poder trabajar a un nivel óptimo en todas las áreas de la vida. Eso implica dormir al menos 7-8 horas cada noche, comer saludablemente y mantenerte activo.

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Sabemos que no siempre es fácil lograr lo que nos proponemos, o que no siempre podemos cumplir al cien por ciento con nuestro día a día, lo importante es reconocer e identificar qué días hemos querido desistir y qué nos ha provocado sentir eso.

Por otra parte, para mejorar tu alimentación, te puede ayudar el prestar atención a lo que comes, minimizando distracciones como el celular, la televisión o la computadora, saborea cada bocado. Identifica la diferencia entre sentir hambre y sentirte satisfecho.

Esto permitirá dar tiempo a tus hormonas de la saciedad a circular en el intestino para decirle a tu cuerpo que ya estás satisfecho.

Aunque, si después de comer sientes que tienes un hueco más, espera 10 minutos y por lo regular la sensación desaparece. En caso de que no sea así, agrega una o 2 raciones más de verduras y proteínas para saciar y no sobrecargar.

Conclusión

Ya vimos cómo puedes cuidarte y disfrutas de los platillos en estas fechas, nuestro cuerpo es tan maravilloso y hace tanto por nosotros, una forma de agradecerle es dándole la mejor calidad de alimentos, recuerda que nuestro cuerpo elimina toxinas de forma natural por medio del hígado, los riñones y el sistema linfático, sin embargo, cuando el cuerpo no es capaz de lidiar con ellas puede provocar daño a nuestras células lo que conlleva al cansancio, falta de energía, falta de concentración, dolor de cabeza, problemas digestivos, irritabilidad, acné etc.

Como dijimos, no se trata de restringir lo que comemos, sino lo que importa es moderar nuestro consumo, no hay alimento malo y en esta época es válido disfrutar de todo un poco.
El tomarnos nuestro tiempo para comer y disfrutar de cada bocado, nos hará tener una mejor digestión y ayudará a nuestro cuerpo a aprovechar al máximo todos los nutrientes. 

¡Deseamos que logres todos los objetivos que te propongas, además de un feliz inicio de año!